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Para los que confiaron en nosotros, y para los que nos apoyaron desde el primer momento, incluso para los que no lo hicieron porque temían por nuestra salud o no podían ver los intereses colectivos por encima de los personales: MISIÓN CUMPLIDA.

Jóvenes VS la Covid-19: día final, agradecimiento y misión cumplida

Joven protagonista |
11 de Mayo de 2020 / 11:15 am
Centro de aislamiento UCI-Minsap

Para los que confiaron en nosotros, y para los que nos apoyaron desde el primer momento, incluso para los que no lo hicieron porque temían por nuestra salud o no podían ver los intereses colectivos por encima de los personales: MISIÓN CUMPLIDA.

Martes 21, fue el día en el calendario marcado para hacer el relevo. Culminaba el grupo 1 su labor, y el segundo grupo estaba listo para recibir el campamento. Los primeros 11 trabajadores de la salud (3 médicos, 1 estomatólogo, 7 enfermeros) y 10 jóvenes de la UCI se disponían a ser relevados. Diario, trataré de resumir en mis palabras 15 días de trabajo, y 14 de enfrentamiento implacable a la enfermedad.

Resumiré sentimientos y emociones en un solo escrito, en tus páginas, así que espero me disculpes si se me olvida algo, o si la emoción desborda tu espacio.

Ya comenzamos, disfruten el último día de trabajo.

Bitácora del día 14

Casi no pude dormir de la emoción. Cuando uno está ocupado trabajando, los minutos, las horas, los días pasan volando, y ahora, al ver que llegamos al final, la emoción es bien fuerte. Las sensaciones son extraordinarias y las ganas de abrazarnos entre todos y celebrar la tarea terminada son enormes. Sin embargo, hasta dentro de unos meses no podremos abrazarnos como se debe. No podremos celebrar, y hasta ese entonces, guardaremos la familia que hemos creado, con mucho cuidado, para que ningún miembro se enferme, para que todos podamos vernos nuevamente.

Llegamos a los 1 255 pacientes tratados en total, gracias a los 963 aislados y las 292 altas, según los registros de los estomatólogos-estadísticos, los cuales han ido cogiendo el ritmo poco a poco.

En la mañana se van a realizar más de 100 pruebas PCR en todo el campamento, para seguir la dinámica de días anteriores, y se espera, con la apertura del nuevo Hospital Universitario, que se eleve el número de pacientes, así como que se amplíe la capacidad de recibir en nuestro centro, no solo a pacientes aislados asintomáticos, sino a pacientes positivos. Todo esto como parte de las acciones del país para preparase para el momento más crítico, para el pico de la enfermedad en Cuba, que, según todos los pronósticos, deben llegar en el mes de mayo.

Son más de 100 las personas y serán más de 300 sin dudas al culminar la misión, y es que detrás de este Centro de Aislamiento hay muchas personas, limpiando, construyendo, organizando detalles. Hay todo un esfuerzo de país, al que han llegado jóvenes de toda la capital, y no tan jóvenes, a dar lo que tienen y más. A todos los voluntarios: MUCHAS GRACIAS.

Aquí la despedida… disfrútenla.

MARCAS DEL DÍA
Despedidas

Siempre he sido malo para las despedidas, creo que esa frase de que no nos gustan las han dicho siempre alguna vez.

Hoy, me quedo con tres despedidas escritas y tres de las redes sociales.

Resulta, que, al irse de alta, o remitidos hacia otro hospital, son muchas las muestras de cariño. Pero, sin dudas, el mejor premio, más allá de cualquier recompensa material, son los mensajes que a puño y letra escriben nuestros pacientes.

Dos pacientes positivos escribieron en una hoja antes de marcharse: Nos vamos con miedo, pero seguros que nos curaremos. Muchas gracias por todo el apoyo brindado, y cuídense mucho, ustedes merecen todo nuestro amor. Nos vemos cuando todo esto acabe y estemos sanos.

Dos pacientes negativos nos dejan la nota: Gracias por todas las escaleras que subieron por nosotros, solo puedo desearles salud, y que el mundo entero sepa que existen jóvenes como ustedes. Salud a sus familias y a sus seres queridos. Nunca los olvidaremos.

Otros que estaban esperando el resultado aún tuvieron que decirnos: Cuánta dedicación en los enfermeros, los médicos, los voluntarios. Todo lo que estaba en sus manos nos lo dieron y más. Esperamos que se sepa en el mundo entero la fortaleza de este Sistema de Salud, que consiste en que personas, sin importar nuestras riquezas y por el solo hecho de ser cubanos, hemos sido cuidados y mantenidos sanos. Gracias Cuba, orgullosos de haber nacido aquí, en esta tierra.

Son solo ejemplos, de las muchas despedidas que tuvimos, como la de Sucel Vernal, que antes de irse se dio cuenta por las redes sociales que el voluntario que la atendía era su primo lejano, cumpliendo aquello de que todos tenemos un pariente en el campo. O la de la mirada que Margarita le dejó a la doctora que le había dado la sopa a riesgo de contagiarse. O la despedida de la niña que perdió el olfato y con ello la sonrisa, esa misma sonrisa que nos quitó a todos. La despedida del padre que dejó a sus dos hijos pequeños, a su esposa, a sus amigos. La despedida de la madre que deja a su hijo al cuidado de una amiga. La despedida de aquellos que se conocieron aquí y encontraron el amor en los aposentos de la UCI, como Julieta conoció a Romeo en plena Verona. La despedida del hombre con VIH que le faltaba el aire cuando se fue. La despedida de los estudiantes de medicina que volvieron a pesquisar en sus casas, la despedida de los doctores que se contagiaron en sus puestos de trabajo. La despedida de ese que quería pasar su cumpleaños junto a sus nuevos compañeros de cuarentena. La despedida de la niña que lloró con un paquete de caramelos. La despedida de la abuela que abrazó sin tocarnos nuestros corazones. La despedida de todos los que llegaron a nuestro centro de aislamiento con mucho miedo y dudas, y salieron con un resultado y la esperanza de luchar por la vida al costo que fuese.

Despedidas, muchas despedidas, y sí, se me quedan muchas, es imposible mencionarlas todas, para ello deben releer los 14 diarios anteriores. Pero a todas esas despedidas, un mensaje: Hasta pronto, si nos despedimos con tanta emoción hoy, es porque algo hicimos bien en estos 14 días. hasta pronto, hasta siempre, y Gracias.

Nueva Familia

Esta es una de las marcas más difíciles que he escrito. La escribo desde el corazón y por ello espero que les llegue a todos. Aquí voy a develar por primera y única vez el nombre de los jóvenes que inspiraron este diario, y voy a resumir en pocas palabras, sus enormes corazones.

Ovidio Cores Moreno: Un doctor de la Habana Vieja, nuestro Quijote en tiempos de pandemia, o Sancho Panza, o una mezcla de los dos. Nunca olvidaremos su forma peculiar de ponerse el nasobuco, y la tranquilidad que transmitió al frente de la nave, que sí llevó a feliz puerto.

Silvano Merced Len: Su labor de aglutinar al personal del MINSAP y a los muchachos de la UCI fue invaluable, aglutinador modo experto. El primero a la hora de disfrutar, pero igual en la primera línea a la hora de cumplir las responsabilidades. Sus amores lo esperan en casa.

Tania Pérez Silva: La Jefa, la mandamás, la amiga. Cómo mezclar conocimiento y cariño con exigencia y paciencia. He aquí su mayor mérito: confió en todos, y en el gobierno colectivo estuvo el éxito. Cuando se ponía la cosa difícil, sabía lo que había que hacer.
Yordanis Crespo Urrutia: Fue el primero que recibió pacientes, fue el que tuvo los peores accidentes durante la travesía, y aún así, se las arreglaba para reír y hacernos reír. Sus frases, su espíritu incansable e indomable y su forma de ser lo hacen un guerrero valioso para todos.

Lena Beatriz Martínez Hernández: Doctora un día sí y otro también, amante del francés y del amor al estilo de los besos que se dan bajo la torre Eiffel. No la molesten, a menos que quieran conocer su furia. Conocimiento, espíritu, ganas de hacerlo siempre bien. Humana y única.

Manuel Reina Aguilera: Joven programador, músico, poeta y loco. Nunca antes había tendido tantas camas, ni lavado tanta ropa a mano. Como todos entró con dudas a esta misión, pero salió con una alegría enorme en el pecho y en la mente. Piernas fuertes y corazón saludable.

Margarita Acosta Rodríguez: Ya retirada fue llamada a incorporarse, y no hizo quedar mal a los que pensaron en ella. Subía y bajaba escaleras como cualquier otro, y siempre tenía una sonrisa para darte, sobre todo cuando la hora de la comida llegaba. Ejemplo de resistencia.

Mailin Hechavarría Pantoja: La dueña de muchas ocurrencias que nos alegraban las tardes y nos curaban los dolores. Persona especial para pedir un favor, pues nunca te decía que no. Siempre optimista y muy trabajadora. Espíritu de estar dispuesta a hacerlo todo bien.

Mario Manuel Rodríguez Linares: Siempre que tenía un descanso estaba viendo deportes, y es lo justo, cambió su labor en el Latinoamericano, por estar aquí. Siempre sonriendo, siempre jovial, un niño pelotero vestido de enfermero. Amigo y ejemplo de fortaleza física y mental.

Keidy García Lira: La dueña del Café en el Parque de la Wifi, y como en la vida, aprendió a hacerlo con menos agua poco a poco. La doctora en ciencias, la amiga, la sonrisa y las dobles interpretaciones por WhatsApp. Nunca le faltó el chocolate ni la alegría a toda hora.

José Román Sangroni Labarrera: Nadie sabe que se llama José Román, porque Sangroni pasó a ser su nombre oficial. Sus problemas con la presión no hicieron que se rindiera ni que abandonara la travesía. Es de pocas palabras, pero de muchas acciones con el corazón.

Alexei Massabeaut Villafruela: Ingeniero que nos regaló su forma de pensar y compartió su filosofía en los tiempos de recreo. Muy práctico y siempre para arriba de lo que había que hacer, compartió primera guardia y aunque parece ser serio, disfrutó mucho la experiencia.

Pedro Pang Alarcón: El hombre ciencia lo bautizaron algunos, experto en brindar conocimientos y paz con sus palabras. Nunca se rindió en sus objetivos, y nos contagió a todos con ese espíritu de siempre sonreír y buscar el lado bueno de las cosas, a pesar de todo.

Rodolfo Sotomayor Iglesias: El manitas de la expedición, no había puerta que se trabara, taza que se tupiera, o problema de fontanería o electricidad que se le resistiera. Venció con esfuerzos, el calor de los guantes y las ropas. Hombre ejemplo y trabajador incansable.

Iliany Pérez Montano: Nadie sonreía más que ella, y nadie lo hacía con más ganas, quizás los pacientes nunca lo vieron por el nasobuco, pero quienes la veían descansando sabrán de que hablo. Incansable, luchadora y muy organizada. Un ejemplo de la alegría en persona.

Geidis Sánchez Michel: Dejó su oficina y su hogar y vino a lo que hiciera falta. Se nos descompensó varias veces con la presión, pero aún así se las arregló para estar siempre lista. No se rindió, y todo el grupo sabe que la vida le va a dar su regalo más preciado.
Yarisbey Rodríguez Benavides: Fue de las creadoras del dulce de leche, y algunas recetas de cocina. Siempre lista, no había nada a lo que le dijera que no. Eso sí, le gustaba dormir temprano y respetar su tiempo de descanso. Mujer cubana, bella e infatigable.
Maykel Ramírez Reyes: Que no habla mucho, pero trabaja como el mejor, esa sería su descripción, sin embargo, hay que competirle el puesto entre los que más hacía un trabajo duro y luego era capaz de alegrarnos en las charlas. Trabajó fuerte, de día y de noche.

Eiderf Villafaña Gispert: Ejemplo de organización, a tal punto que hizo de un almacén un templo. Obsesivo con la limpieza y con las buenas costumbres. El cuidado de los dientes siempre fue importante, pero nunca como la amistad verdadera que brindaba a todos.

Yescarles Oyalvides Paizán: El vínculo entre el complejo comedor y el Centro de Aislamiento. Le daba soporte a toda la logística, y no había necesidad que no fuese capaz de suplir. Siempre con una sonrisa y sus frases populares y siempre demostrando la espectacular persona que es.

Chavelys Freire Pérez: Fanática de los dulces y de las horas del día en que se actualizaba con su compañera de cuarto. En su cuerpo no le cabe completamente su enorme corazón, y aun así seguía repartiéndolo a todos los que la conocían. Voluminosamente gran persona, especial.

Y sí, se me quedan personas fuera, no puedo mencionarlos a todos, aquí son 21, y les comentaba que andábamos por los 100 voluntarios. Sé también que hay que hacer menciones a nuestro chofer, El rubio, a los cocineros, a las personas que estuvieron limpiando y haciendo trabajos voluntarios para que la Universidad estuviera en su esplendor. A los ninjas de la manzana 27 Hassam y Yordankis, a los que le dieron fuego al coronavirus, liderados por el ´´vicerrector´´ Kilmer y su fiel escudero, el chino, a las personas que guiadas por Alicia y Rislaidy hicieron posible que llegaran a ustedes estas crónicas con sus respectivas imágenes, al Rector de la UCI y todos sus decanos y cuadros, a nuestros familiares y amigos que sabían que estando nosotros aquí, la batalla contra el Coronavirus iba a ser más rápida y más efectiva. En fin, a todos los que de una manera u otra han formado parte de estas 15 crónicas y estas 45 marcas que les dejamos, incluso los que las leen ahora, solo decirles una cosa: Gracias, por formar parte de esta Nueva Familia.

Misión cumplida

He aquí la última marca de este Diario, miro hacia atrás y lo que comenzó con una idea de mucho cansancio a las 3 de la mañana hoy son más de 50 hojas tecleadas, más de 30 mil palabras, y un número infinito de sentimientos.

Hoy no somos las mismas personas, los 21 que entramos el día 7 y que hoy 21 salimos a cumplir una cuarentena obligatoria antes de hacernos la prueba del PCR, para volver a estar sanos con nuestras familias, ya no somos las mismas personas después del camino recorrido.

Entramos doctores, personal de servicio, ingenieros, enfermeros, choferes, hombres y mujeres, informáticos y sanitarios. Hoy salimos como mejores seres humanos.

Cuando escribo esto, o cuando tú lo lees, solo pienso en lo que ha significado para una persona estar durante 14 días, 336 horas, 20 160 minutos y muchos, muchos segundos arriesgando su vida por personas desconocidas, por familias que llegaban a conocernos con el miedo y el temor de esta penosa enfermedad que ataca al mundo en forma de pandemia.

Pienso en lo que ha significado separarnos de una madre, un padre, unos hijos, de una pareja que puede o no ser el amor de nuestras vidas, pero es la persona que más amamos en este momento. Lo duro que puede ser separarnos de nuestros sobrinos, de nuestros tíos, y hasta del vecino del barrio que ha de estar extrañado por no vernos en tantos días.

Pienso en las 45 marcas que se han escrito, y le pongo rostros de personas, 45 personas o instantes que nos han hecho mejores seres humanos.

¿Cuál es el pago que se nos dará por la labor realizada? Lo tengo claro, se resume a una fórmula algebraica: Calcule usted el valor de una vida, multiplique y divida ese valor en abrazos, en besos y súmele mucho cariño, póngaselo en su corazón rodeado de paréntesis y he allí el pago como resultado. Pago que solo recibirán aquellos que como dijese El Principito, no se olvidan de lo esencial, eso que será siempre invisible para los ojos.

Y si al vencer a este enemigo invisible, nos acordamos más de los amigos, hermanos, y de la familia que hemos hecho, si nos acordamos más de las risas que sacamos y de las lágrimas que aguantamos o no pudimos detener, si nos acordamos más de los abrazos que no dimos y los que sí dimos con el corazón, entonces le habremos vencido sin dudas a la Covid-19.

Una gran amiga y madre de vida me dijo algo así: Estoy orgullosa de lo que están haciendo, representan el orgullo de los jóvenes cubanos, son jóvenes revolucionarios de una Cuba Libre que expresan en sus acciones lo que es la Revolución Cubana. Sus palabras me dieron fuerzas en noches de agotamiento extremo, y sí, no puedo dejar de decirlo: Quizás hubiésemos hecho lo mismo en Brasil, en Italia, en España, o hasta en Estados Unidos. Pero hoy, hoy nos tocó dar esta batalla contra la Covid-19 en la tierra que nos vio nacer, en esta isla que puede no tener grandes riquezas materiales, pero tiene en el corazón del cubano, y en el alma de sus jóvenes su mayor tesoro.

Para los que confiaron en nosotros, y para los que nos apoyaron desde el primer momento, incluso para los que no lo hicieron porque temían por nuestra salud o no podían ver los intereses colectivos por encima de los personales: MISIÓN CUMPLIDA.

Aquí termino Diario, me dispongo a descansar, ahora tendré tiempo para extrañar cuando no tenía tiempo ni para escribirte. Ahora tendré tiempo para dormir, alimentarme pausadamente, hacer ejercicios, leer. Ahora me quedaré aislado, esperando a que pase el tiempo para quedarme en casa, esperando que pasen todas estas emociones. Deseando con todas las fuerzas que el SARS-COV-2 sea controlado en el mundo, y que se reduzca a 0 el número de nuevos contagiados en un día. Tratando de no olvidar esos rostros familiares que me acompañaron, y que como sucede en la vida, al terminar esta misión, cogerán otros rumbos.

Sirva esta biografía de 15 días en la zona roja del Centro de Aislamiento de la Universidad de las Ciencias Informáticas, como homenaje para todos los que a diario ponen su vida en juego contra la pandemia. A las 9:00 de la noche cada día seguiremos aplaudiendo, seguros, de que al igual que nosotros, con más o menos emociones, pero con mucho sentimiento, llegarán nuevas tareas y seguirán surgiendo para cumplirlas valerosos Jóvenes VS la Covid-19.

Hasta otro encuentro querido Diario.

FIN.

Todas las historias de Jóvenes VS la Covid-19

Las sillas, mascotas y algunas frases

Los niños son la alegría

Un beso grande

Mensaje al país

Quiero que vivas

PCR y alegría

Mensajes de apoyo

Una prueba que da vida

Altas e ingresos

Momento de pruebas

Engranando la maquinaria

Te amo Cuba, te amo vida

Jóvenes VS la COVID 19

 

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