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Ya vencieron una parte importante: graduarse como Ingenieros en Ciencias informáticas. Ahora miran hacia delante con todo el entusiasmo y los deseos de cumplir los sueños por venir y las nuevas metas por alcanzar.

Este lunes la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) le dio la despedida a los 433 titulados de su XIV graduación. Y fue con los brazos abiertos, como siempre suele hacerlo este prestigioso claustro, para recordarles que a la alta casa de estudios podrán volver cada vez que necesiten capacitarse, sacar adelante proyectos de investigación para el desarrollo de sus territorios y de las exportaciones, continuar avanzando en el comercio electrónico y en cualesquiera de las tareas en que se encuentren.

Para los egresados de ingeniería  y también los de Técnico Superior en Administración de Redes y Seguridad Informática, acaba de cerrar un relevante capítulo en su camino como profesionales, como personas de bien y como patriotas.

Tal fue el recordatorio de su rector, el doctor Walter Baluja García, quien los llamaba a que no pospusieran la superación continua,  que fueran partícipes en el empuje que precisa la economía de la nación y convirtieran lo aprendido en bienestar para el pueblo.

Eso es precisamente lo que hará el graduado Ronny Pérez Rivera, uno de los 12 distinguidos con Título de Oro, quien ya siente el entusiasmo de poder aportar sus conocimientos en el Centro de Ingeniería Genética –CICB- de Mariel, donde inciará su vida laboral.

“Allí asumiré todo lo concerniente al desarrollo web con la creación de los distintos sitios que se crearán con vistas a promocionar las producciones de esa gran instalación encargada de elaborar medicamentos para consumo interno y la exportación”, aseguró el joven, también reconocido con el Premio al Mérito Científico –igual lo recibieron otros ocho egresados-, y destacado en la tarea Educando con Amor.

 Como Tropa del Futuro los calificó el Comandante en Jefe Fidel Castro al visitar la UCI el 12 de diciembre de 2002, fecha que marcó el despegue de esa gran obra inmersa de manera permanente en disímiles tareas de impacto dentro del proceso de informatización de la sociedad cubana. 

Los de este curso se incorporaron, en calidad de especialistas, a importantes proyectos de desarrollo de software y de investigación, asociados a esferas como la educación, la salud, la industria, el gobierno electrónico, los procesos eleccionarios, por citar algunos.

Para esta muchachada de pensar inquieto,  no fue un curso más, sino el más atípico de los posibles. Quedaron con el sueño incumplido de discutir su tesis frente a las personas más importantes en sus vidas, pero vivieron inolvidables experiencias, incluso la de ser hasta personal de Salud cuando, sin dudarlo, se sumaron a las tareas de apoyo para enfrentar la COVID-19, como recordó la graduada Clairet Hechenique Quintana.

Habló ella en nombre de esta hornada de profesionales orgullosos de haber transitado por las aulas de una Universidad conectada a la Revolución, que recién cumplió sus 18 años, tiempo durante el cual le ha entregado a la nación 15 453 ingenieros y 47 técnicos superiores, inestimable aporte a la formación de profesionales de las TIC en el país, basado en un modelo flexible y moderno.

Las interpretaciones de la Escuela de Canto Mariana de Gonich, dirigida por el maestro Hugo Oslé, amenizaron esta jornada, donde también el grupo Buena Fe regaló a los graduados su buen arte.