UCI

NoticiasTodas las noticias

El 21 de septiembre, declarado como Día Internacional de la Paz por la Asamblea General de las Naciones Unidas, hacemos un llamado a poner fin al genocidio del hombre contra el hombre.

La paz es el camino

Chavdar Ferrer Sandoval |
21 de Septiembre de 2012 / 10:19 pm

El 21 de septiembre, declarado como Día Internacional de la Paz por la Asamblea General de las Naciones Unidas, hacemos un llamado a poner fin al genocidio del hombre contra el hombre.

Uno de los grandes temores del hombre es, precisamente, la lucha contra lo desconocido. El miedo surge al imaginar el enfrentamiento con criaturas prehistóricas: mamuts, dinosaurios, hombre de las nieves o aquellas mitologías que describían a mujeres mitad humana mitad serpiente y que al mirárseles a los ojos fijamente convertían al indiscreto en piedra; también, para muchos, suele impactar el imaginario encuentro con seres de otros mundos cuyos ojos saltones y piel escamosamente fría provocarían una sensación desagradable al tacto; seres con planes inminentes de conquistar el planeta.

Lo cierto es que, unas veces creados por la imaginación y otras tantas desaparecidos por el pasar de los siglos, estas criaturas horripilantes reclamaron terror de la mente humana.

Sin embargo - y llamo a la reflexión-, existe una criatura que sin percatarnos puede ser mucho más destructiva y terrorífica para la humanidad misma, me refiero al: Hombre mismo.

¿Cómo es posible que mostremos tantos filmes de terror con seres del espacio, sangrientos tiranosaurios o grandes plagas de zombies que intentan destruir la vida, cuando somos los propios terrícolas, en realidad, quienes como la serpiente nos estamos mordiendo la cola?

Sucede exactamente así con las guerras, las armas de destrucción masiva, los genocidios económicos o bloqueos comerciales a países enemigos; los saqueos y abusos a los más débiles; la crisis medioambiental… entre otros tantos males nacidos desde el corazón del propio hombre.

El 21 de septiembre, declarado como Día Internacional de la Paz por la  Asamblea General de las Naciones Unidas, hacemos un llamado a poner fin al genocidio del hombre contra el hombre. Cada nación, pueblo u ser humano debe esforzarse por fortalecer aquellos ideales de paz que nos permitan una vida mucho más agradable en el planeta. Trabajemos porque conceptos como: equidad, igualdad social, respeto a la vida... no sean solo palabras al aire y sí términos enraizados en el corazón de los hombres.

La libertad, más que un estado, es un derecho de todos. Es hora de sembrar en la conciencia de las personas ese deseo de cambio que se torna necesario para evitar el terrible futuro que se nos viene encima.

Uno de los más grandes líderes de la historia en lo político y lo espiritual: Mahatma Ghandi refería: "No existe un camino hacia la paz. La paz es el camino" (...) y reflexionando en torno a ello pienso que el único camino posible para construir una paz duradera en el mundo, consiste en un sostenido esfuerzo de transformación personal. Porque las grandes batallas nacen y terminan en el corazón del hombre, es allí donde ha de buscarse la clave para prevenir los conflictos, poner fin al espectáculo de la violencia, la muerte y la devastación que es ya, algo cotidiano.

No habrá paz en el mundo mientras existan armas apuntando contra los pueblos, mientras haya injerencias en los asuntos internos de los países y guerras de saqueo, porque la paz está indisolublemente ligada a la soberanía, el respeto y la autodeterminación.

No son los seres desconocidos quienes ponen en peligro la verdadera paz en el mundo, sino esta raza de hombres quienes día a día, vueltos verdaderos monstruos, llegan en las noches más oscuras para robarnos los sueños.

Lo importante es percatarnos, ponerle frenos al caos, superarnos, aprendiendo a ser mejores cada día, cooperando por el amanecer, que indudablemente todos disfrutan luego de que acaba la noche... aunque reconozcamos que la noche existe.