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En la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) se insertan en el programa integral de formación 24 extranjeros; de ellos 22 angolanos, uno de San Vicente y las Granadinas y una de Santa Lucía. Están distribuidos entre las Facultades 1 (15), 3 (6), 2 (1) y de Ciencias y Tecnologías Computacionales (Citec) (1).

Ante los 35 casos confirmados con la COVID-19 en Cuba y los cientos de sospechosos de tener la pandemia, y conociendo que la posibilidad de propagación es muy rápida, aunque conocemos que estos jóvenes foráneos hace tiempo viven en nuestra casa de altos estudios y no han viajado, quisimos saber cómo se ha enfrentado con ellos la lucha para evitar la enfermedad. En un intercambio con algunos, supimos los detalles.

Recientemente el médico de la familia les explicó las medidas de prevención, cómo está la situación en el país, las formas de prevención y propagación del virus. Y les facilitó una aplicación para móviles, donde pueden estar actualizados mediante fuentes confiables como Cubadebate, Minsap, OMS y la propia institución.

Como en todos los casos, se enfatizó en la higiene personal y en los apartamentos, desinfectar y lavar constantemente las manos con agua y jabón, se les dio cloro y se les enseñó la manera de preparar una solución eficaz, por lo que unos cuantos andan con su pomo listo en las mochilas para usarlo asiduamente. Evitar las aglomeraciones, protegerse adecuadamente, ayudar a otros con problemas de información y reportar algún estudiante con malestar, se incluyen entre las precauciones.

Adilson Junior Da Cruz Cardoso considera que han sido bien atendidos y añade que, además, los profesores de año preguntan constantemente sobre su salud y ellos deben decir cuándo van a salir de la UCI y cómo lo harán. Además, les informan los horarios en que habrá agua en los departamentos de la Residencia y otros detalles que van surgiendo. Asegura que no han sentido discriminación. Sugiere que, como en los Complejos de Comedores, en todas las áreas de afluencia de personas en la institución hay que reforzar la existencia de una solución de agua clorada para lavarse las manos al entrar. “Aquí en Cuba hay costumbre de saludarnos con beso, con las manos y, por el momento, no debe ser así”, acota.

Por su parte, el representante de los estudiantes angolanos, José Eduardo Raimundo Fernando, asegura que ninguno de ellos tiene síntomas que pueda preocupar y que en ese sentido tienen la facilidad de avisar con rapidez porque el médico de la familia radica frente a la Residencia de ellos. “Nos sentimos privilegiados con la esmerada atención y no hemos tenido contacto con otros extranjeros fuera de la UCI, ya que contribuimos a no contagiarnos evitando las salidas”, nos comenta.

Y señala también: “La disciplina es importante, ha sido de gran ayuda la educación recibida desde que llegamos a esta Universidad en el 2015 respecto a la higiene en los apartamentos, por eso no es un problema. Desde entonces, las intructoras y el Director de Residencia nos hacen visitas y explican las consecuencias negativas de no tener en cuenta las medidas de precaución”.

Adilson Junior Da Cruz Cardoso comentó que otras medias han sido, por ejemplo, que su profesor de Componente hizo cuatro grupos de estudiantes, para que no hubiera aglomeración, pues son 20 estudiantes en el aula; hace un esfuerzo y da más turnos de clases, pero hay menos personas en cada ocasión.

Aunque reiteran estar confiados al sentirse seguros porque ven que Cuba es un país con un sistema de salud primaria destacado, que investiga para descubrir la cura de la COVID-19 y ayuda a otros países, están conscientes de que hay que extremar las precauciones y que todos debemos cooperar para evitar el contagio.

Ante la pandemia del nuevo coronavirus, los estudiantes extranjeros en la UCI desarrollan sus tareas como aconsejó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sin pánico ni exceso de confianza.