Octubre: días de crisis y de historia
Nunca antes el mundo estuvo tan cerca de una confrontación nuclear, aseguró el coronel de la reserva Rubén Jiménez, quien asumió el papel protagónico del conversatorio efectuado este martes con nuestros estudiantes en la Biblioteca de la Universidad.
Comentaba Jiménez que los preparativos de esta escalada agresiva del imperialismo contra Cuba, iniciaron desde aquella épica derrota en las arenas de Playa Girón. “Fue a partir de entonces que en lugar de rectificar su política, comenzaron a preparar nuevos planes para atentar contra nuestro país”, enfatizó el Coronel.
La excelente posición geográfica y la alianza estratégica con la antigua URSS hicieron que se pensara –por aquel entonces– en todas las vías posibles para defender a Cuba de una eventual intervención militar por parte de los Estados Unidos. Fue así como surgió la idea de instalar aquí cohetes nucleares de alcance medio e intermedio para frenar cualquier amenaza de nuestros enemigos históricos.
El 9 de septiembre de 1962 llegaban a suelo cubano el primer envío de cohetes R12 de medio alcance. Para que se tenga una mejor idea, una sola de estas bombas era 77 veces más mortal que la utilizada por los propios norteamericanos en la ciudad japonesa de Hiroshima, donde murieron más de 100 mil personas inmediatamente tras el impacto nuclear.
Más de 40 mil efectivos rusos llegaron hasta Cuba por aquellos días, como parte de una operación que pretendía ubicar las rampas de lanzamiento de estos cohetes y de otras unidades estratégicas de manera secreta. Pero muy pronto los servicios de inteligencia norteamericanos descubrieron los emplazamientos y comenzaron a actuar.
El 22 de octubre el presidente Kennedy se dirigía a su nación en un discurso donde calificó de intolerable las acciones de la URRS al colocar sus armas nucleares a solo noventa millas de sus costas. Contradictoriamente ellos ya habían hecho lo mismo antes, ubicando armas similares en la frontera entre Turquía y la URSS, pero así es la historia.
Kennedy ordenó una cuarentena naval que impidiera la entrada a Cuba de cualquier tipo de armamento, en tanto por nuestra parte un país entero se levantaba en pie de guerra esperando cualquier tipo de acción agresiva contra nuestra soberanía.
Fue este el origen de la famosa crisis. Momentos que revivimos en la tarde de ayer gracias a la locuaz relatoría del coronel Jiménez. El resto creo que ya todos lo conocen. Pero me gustaría terminar con aquella frase que utilizó el Che para referirse al papel de Fidel en aquella situación, cuando en su carta de despedida dijera:
“He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días“.