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“Fiesta de la cultura cubana: alma y escudo de la Nación”
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Jornada de la Cultura Cubana

Octubre es un mes simbólico, se recuerdan dos importantes acontecimientos históricos y culturales: el inicio de las guerras de independencia y el Día la Cultura Cubana. Ambas efemérides están estrechamente relacionadas: la primera  nos recuerda el 10 de Octubre de 1868, momento cumbre de la historia de nuestro país, cuyo llamado fue el grito de independencia en La Damajagua, hecho que constituyó el preludio de la toma de Bayamo por las tropas mambisas al mando de Carlos Manuel de Céspedes el 20 de octubre de 1868, momento en que se llamaba al combate y se exaltaba el sentimiento patrio.

En la algarabía de la toma de Bayamo,  Pedro Perucho Figueredo Cisneros, sobre la montura de su caballo y a petición del pueblo allí reunido, escribió las letras del Himno “La Bayamesa”, como originalmente se le llamó, por haber sido compuesto y tocado por primera vez en Bayamo.

Al combate corred, bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa
¡que morir por la patria es vivir!
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumido;
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!
No temáis los feroces íberos
son cobardes cual todo tirano,
no resisten al bravo cubano
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre!, ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes,
contempladlos a ellos caídos
por cobardes huyeron vencidos
por valientes sabremos triunfar.
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido,
del clarín escuchad el sonido
¡a las armas, valientes, corred!

Estas son las estrofas originales del Himno de Bayamo, conocida como una marcha guerrera, patriótica, que significó la forja de la nación cubana, símbolo y testimonio de la lucha llevada a cabo por los mambises para librarse del dominio de los españoles, y a las que José Martí le dedicó con sus sublimes y precisas palabras en el periódico Patria, con fecha del 25 de agosto de 1892, bajo el título “La Bayamesa, Himno Revolucionario Cubano, de Pedro Figueredo”.

«Patria publica hoy, para que lo entonen todos los labios y lo guarden todos los hogares; para que corran de pena y de amor, las lágrimas de los que lo oyeron en el combate sublime por primera vez. Para que espolee la sangre en las venas juveniles, el himno a cuyos acordes, en la hora más bella y solemne de nuestra patria, se alzó el decoro dormido en el pecho de los hombres. ¡Todavía se tiembla de recordar aquella escena maravillosa!»

Y, como expresara el Maestro, la letra del himno de guerra y de victoria fue copiada de mano en mano y se cantó por primera vez por todos los que asistían al ilustre momento, marcando definitivamente el nacimiento de la identidad y rebeldía de una nación. Aquel 20 de octubre de 1868 se unieron música, poesía, arte y revolución, y del histórico momento en Bayamo quedó fusionada la cultura y la nación cubana, amante de la independencia que es hoy Cuba.

Para recordar ese acontecimiento, el 20 de octubre se declaró Día de la Cultura Cubana, por Decreto Nº 74 Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, con fecha del 22 de agosto de 1980. Por esa causa, cada año constituye una fiesta nacional la Jornada por la Cultura Cubana, celebrada en Bayamo con el nombre “Fiesta de la Cubanía”, sugerido por  Armando Hart Dávalos en el año 1994.

El evento se desarrolla en la ciudad Cuna de la Nacionalidad Cubana, y aglutina en los participantes, el orgullo de ser cubanos y el deber de defender la identidad y la cultura nacional, a través de la exposición de investigaciones y resultados científicos en el evento teórico:  “Crisol de la Nacionalidad”, exaltando lo más representativo del desarrollo histórico y sociocultural de la Isla, desde sus raíces hasta la actualidad, expresadas en la creación, enriquecimiento y crecimiento espiritual, imbricando conocimientos, saberes, a través de este encuentro de la intelectualidad cubana, que propician, el diálogo, el debate, discusiones científicas, con intenciones marcadas en la historiografía y las ciencias sociales con la finalidad de tributar a la defensa y afianzamiento de la identidad y la cultura nacional cubana.

 

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Realizan en la UCI acto por el Día Nacional de la Cultura
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Día de la Cultura Cubana

La Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), portadora de una rica tradición cultural, patriótica y humanística, reafirmó una vez más este 20 de octubre, en el acto por el Día Nacional de la Cultura, su apego a la Revolución.

En este día conmemorativo, reunidos en la Plaza Martiana profesores y trabajadores de la institución recordaron al artífice de la política cultural cubana, Fidel Castro Ruz, a Perrucho Figueredo y a los próceres de la Revolución Cubana que contribuyeron a fraguar nuestra identidad nacional.

Antonio Gutiérrez Laborit, director de Extensión Universitaria, señaló que nuestra vocación de cultura de resistencia, nuestro cimarronismo cultural, tiene como esencia la lucha contra todo tipo de hegemonía; y que esta fecha sintetiza la identificación orgánica entre nuestros creadores y los ideales patrióticos, antiesclavistas y anticolonialistas de 1868, enriquecidos luego por Martí, Mella, Guiteras y Fidel.

En su alocución, el estudiante David Alonso Díaz, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en la UCI, ratificó que los jóvenes de hoy son herederos del fervor revolucionario de los héroes de Cuba; y expresan firmemente a los enemigos de la Revolución que el compromiso con nuestro país es de Patria o Muerte.

El acto estuvo matizado por la canción Yo soy el punto cubano, interpretada por el artista aficionado Leonardo Eloy Saavedra Remón.

Estuvieron presente en la actividad el Consejo de Dirección de la Universidad, encabezado por el Rector, Dr.C. Raydel Montesino Perurena, así como profesores y trabajadores de esta casa de altos estudios.

 

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Discurso pronunciado en el acto de reafirmación revolucionaria, en la explanada de La Piragua
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(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Pueblo de Cuba, cubanas y cubanos;

Compatriotas:

¡Viva Cuba Libre! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

Libre de injerencias extranjeras y libre del odio que han azuzado quienes llevan 60 años apretando el cuello de la nación para hacerla estallar y ahora quieren presentarse como nuestros salvadores.

Cesen la mentira, la infamia y el odio. Cuba es profundamente alérgica al odio.  ¡Y jamás será tierra de odio!

No se construye nada bueno desde el odio. El odio nos roba tiempo para amar y hasta el amor mismo si lo dejamos entrar como reacción frente al odio que nos adversa.

Lo hemos experimentado en estos días de odio desbordado en las redes sociales, redes no tan “sociales”, que han sido la compañía permanente de padres e hijos en estos largos meses de pandemia, al punto de que muchos pasan más tiempo conectados a la red que conectados a la familia; esa familia, que con unidad, puede ser invulnerable ante todo lo que la amenaza.

Una madre me contaba ayer que su hija adolescente preguntó, con lágrimas en los ojos, si eso era Cuba, al ver las imágenes de los actos de violencia que algunos de sus amigos compartieron en Facebook.

Los dueños de esas redes, los dictadores de sus algoritmos, como bien denuncia un documental reciente, han abierto al odio, sin el más mínimo control ético, las compuertas de sus poderosas plataformas.

Es un odio que fractura a la familia, a los amigos, a la sociedad, y que amenaza con llevarse muchos de nuestros valores al rincón de lo inservible.

El bombardeo de imágenes cargadas de violencia, sangre, protestas, alaridos, vandalismo, amenazas, acoso y represión no ha conocido pausas en los últimos seis días.

En las semanas previas se desarrolló una intensa operación político-comunicacional por parte de una gran plataforma de intoxicación mediática, financiada por el Gobierno de los Estados Unidos y por la maquinaria política de la Florida.

Su objetivo era alentar disturbios e inestabilidad en el país, aprovechando las difíciles condiciones provocadas por la pandemia, el bloqueo recrudecido y las 243 medidas de la administración Trump.

Realizaron en esos días actos de Guerra No Convencional que incluyeron llamados al estallido social, a la violencia, a la agresión a agentes policiales, al vandalismo y al sabotaje.

Utilizaron para ello sistemas de inteligencia artificial y Big Data, cibertropas y actos de ciberterrorismo para promover la fabricación artesanal y uso de armas o elementos incendiarios, acciones integradas de acoso, chantaje o financiamiento a líderes digitales o influencers internacionales.

Contaron con la complicidad de una poderosa trasnacional que les permitió violar impunemente sus propias regulaciones, y desatendió las legítimas denuncias de los usuarios y de algunos medios de prensa y agencias cablegráficas.

La Televisión Cubana ha puesto en evidencia los objetivos de esta campaña al reconstruir en secuencia los acontecimientos del pasado domingo.

Primero se convocaron las protestas, después se construyó el relato falso de los hechos para generar reacciones emotivas de solidaridad con los manifestantes, y luego se desataron las acciones vandálicas que ocurrieron horas antes de nuestra improvisada comparecencia en televisión al regreso de San Antonio de los Baños.

Está clara la ruta de la infamia. A posteriori, todos los hechos se han presentado desordenadamente, como si fueran fruto de nuestro legítimo llamado a los revolucionarios a defender la Revolución.

La historia se pretende contar al revés. No importa lo que haya dicho, no cuentan los llamados a la unidad, la paz y la solidaridad entre todos. La interpretación malintencionada es que se convocó a una guerra civil.

Podremos desmontar las llamadas fake news, desmenuzar las mentiras, mostrar cómo se fabricó toda la falsa realidad de Cuba en escenarios virtuales, pero ya han causado un daño inconmensurable al alma nacional, que tiene entre sus valores más sagrados la tranquilidad ciudadana, la convivencia, la solidaridad y la unidad.

Estamos bajo el fuego sofisticado de una ciberguerra que incluye el ciberterrorismo y el terrorismo mediático en su instrumental agresivo.

Las denuncias del Canciller cubano el pasado martes no han sido contestadas. No ha habido ni un intento de respuesta por parte de las autoridades del Gobierno Republicano de la Florida sobre los fondos asignados a estos proyectos, con los cuales pretenden atacar al país y, al mismo tiempo, desarmarlo de sus posibles medios de defensa.

No solo el Minrex, también el sitio de la Presidencia, el popular portal de noticias y análisis sobre la realidad cubana Cubadebate, Granma, Juventud Rebelde y, prácticamente, todos los medios públicos cubanos están sufriendo ataques intermitentes con denegación de servicios en medio de una atroz campaña de demonización del Gobierno.

Tratan de silenciar cualquier alternativa a la narrativa anticubana que hoy se despliega en portadas alarmistas. Los amigos de Cuba, que conocen y sufren la manipulación y el silencio, no pueden acceder a los medios cubanos y nos han enviado los reportes de denegación de acceso.

En el apogeo de la mentira se emplean imágenes falsas, lo que ya ha sido bien documentado por nuestros periodistas, se estimulan y glorifican el desacato y la destrucción de inmuebles, la compulsión al asalto y el acoso amenazante a ciudadanos y a las familias.

Ahora mismo, lo que el mundo está viendo de Cuba es una mentira, a todo un pueblo levantado contra el Gobierno y a un Gobierno que reprime a su pueblo.

No es raro que, bajo ese bombardeo mediático, algunos duden y se pronuncien suponiendo una separación que no existe.

No juzgo, no condeno. Entiendo que son avasalladoras las armas del adversario, pero ¡al lado del pueblo, con el pueblo y por el pueblo sigue estando la Revolución! (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva la Revolución! ¡Viva Díaz-Canel! ¡Viva el pueblo! ¡Abajo los yanquis! ¡Abajo el bloqueo!)

No con declaraciones, sino con hechos. Cuando la etiqueta de #SOSMatanzas estaba apagándose en el ciberespacio, al lado de Matanzas y de toda Cuba no se vio a los promotores de la intervención humanitaria. Estaba el mismo pueblo noble y solidario que sufre las consecuencias del bloqueo y estaba el Gobierno cubano.

¿Quién no se estremeció al saber que vándalos de la peor entraña apedrearon la sala infantil del hospital de Cárdenas, obligando a niños y madres a buscar refugio en los baños o bajo las camas de la institución?

Mañana deberán contarse muchas historias personales de la reacción popular al ataque y al acoso, de cuánto han tenido que contenerse las fuerzas del orden por el cuidado que se les exige para evitar excesos; pero que nadie se equivoque: la mayoría del pueblo, del mismo pueblo agobiado e irritado por las carencias que nos demanda mejor gestión de Gobierno, pide también que se ponga coto a la violencia (Aplausos y exclamaciones de: “¡Vivan nuestros médicos!”).

Compatriotas:

Ninguna mentira se ha levantado por casualidad o error.  Todo está fríamente calculado según el manual de Guerra No Convencional.  Ya habló el impresentable de la OEA, ministerio de colonias al que nos honra no pertenecer.

No estamos especulando. Hablan unos para que después se pronuncien otros.  Ahí está, al acecho, el ala dura del Congreso norteamericano afilándose los dientes y exigiendo a sus adversarios políticos de la actual administración que actúen ya contra Cuba, que convoquen al Consejo de Seguridad,  y que consideren un acto hostil y una amenaza a la sacrosanta Seguridad Nacional del imperio cualquier intento de emigración masiva hacia sus costas.

Nada de esto es nuevo.  Lo han intentado otras veces.  Es su manera de poner a la administración adversaria contra las cuerdas, y tratar de hacerles cumplir a ellos el propósito jamás logrado de borrar del mapa el mal ejemplo de esta pequeña Isla, empeñada en mantenerse soberana e independiente cuando tantos se pliegan a sus órdenes (Exclamaciones de: “¡Que lo sepan los nacidos y los que están por nacer, nacimos para vencer y no para ser vencidos!” (Aplausos).

Casi con la leche materna, nuestros padres nos inculcaron una advertencia martiana: “Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, y los que odian y deshacen”, nos dijo el Apóstol.

¡Cuba seguirá fundando!  Lo está haciendo ahora mismo, con las primeras dos vacunas latinoamericanas: Abdala y Soberana (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva la medicina cubana!  Exclamaciones de: “¡Viva!”).  Lo está haciendo también con otra noticia que la maldad ha querido esconder: el ciento por ciento de eficacia frente a la gravedad y el fallecimiento que probó la tercera fase de los ensayos clínicos de Abdala (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva!”).

Cuando un pueblo ha llegado tan lejos en la realización de sus sueños y en la conquista de derechos, que para medio planeta son una quimera, no lo detiene ni la violencia ni el miedo.

Nada de esto que denunciamos hoy nos aparta de la necesaria autocrítica, de la rectificación pendiente, de la revisión profunda de nuestros métodos y estilos de trabajo que chocan con la voluntad de servicio al pueblo, por la burocracia, las trabas y la insensibilidad de algunos que tanto dañan.

Hoy vengo a reiterar el compromiso de trabajar y exigir por el cumplimiento del programa que nos hemos dado como Gobierno y como pueblo, revisado a la luz de los posibles errores de estos años de presiones intensas, particularmente, los dos últimos.

Compatriotas:

No es por capricho que nos reunimos aquí esta mañana en medio de una compleja situación epidemiológica.  Respetando en lo posible las medidas sanitarias y de distanciamiento físico, los hemos convocado para denunciar una vez más el bloqueo, la agresión y el terror.  No podíamos dilatar este encuentro, el enemigo ha vuelto a lanzarse con todo para destruir la sagrada unidad y la tranquilidad ciudadana.

¡Ratificamos que Cuba es de todos! (Aplausos y Exclamaciones de: “¡Viva Cuba!”  “¡Vivan los cubanos!” “¡Viva la unidad!” “¡Viva Raúl!”  “¡Viva Díaz-Canel!”).  ¡Venceremos!

Les comparto sentimientos y reflexiones, estados de ánimo, disposición y convicciones (Aplausos y exclamaciones de: “¡Pa’ lo que sea, Díaz-Canel, pa’ lo que sea!  ¡Pa’ lo que sea, Díaz-Canel, pa’ lo que sea!”).  

Solo podremos tener más si creamos más.  Lograremos lo que nos propongamos empujando todos juntos la obra.  Por delante tenemos el inmenso ejemplo de la Ciencia cubana, que se propuso y logró en tiempo récord y apenas sin recursos dos vacunas y otros candidatos vacunales que nos permiten enfrentar el futuro con esperanzas que otros pueblos no tienen.

Si hemos podido en algo tan colosal y difícil, ¿qué no podremos en otras áreas?

Y, sobre todo, cuánto más podremos si articulamos los diálogos pendientes, rescatando la obra social, promoviendo mayor atención a sectores vulnerables, a los barrios, apoyados en la experiencia de la obra que nos legó el Comandante en Jefe, en años tan desafiantes como estos; a eso llamaba Gerardo.

La Revolución Cubana borró para siempre las semillas de la maldad, del odio, del deshonor y el crimen.  Es importante por eso, que busquemos las causas profundas de la violencia que puja por emerger ante las necesidades, y que cumplamos la labor pendiente para hacer que predomine en la herencia cubana el gen de los bravos, de los honestos, de los justos, de los honorables, de los alegres hijos de esta tierra cubana (Aplausos y exclamaciones de: “¡Abajo el bloqueo!” “¡Abajo la agresión imperialista!”).

“Solo el amor convierte en milagro el barro/ Solo el amor alumbra lo que perdura”, hemos cantado mil veces con el martiano Silvio.

¡Vamos a ponerle corazón a la obra común. Un corazón del tamaño de nuestras dificultades!  ¡Juntos podemos! (Aplausos y exclamaciones de: “¡Juntos podemos, juntos podemos, juntos podemos!”).

¡Que viva Cuba soberana, independiente y socialista! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Cuba de amor, Cuba de paz, Cuba de unidad, Cuba de solidaridad!” (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Cuba de todos los cubanos que, estén donde estén, trabajan por verla avanzar con sus propias piernas y sus propios brazos hacia un destino de prosperidad posible! (Exclamaciones de: “¡Viva!”).

¡A Cuba ponle corazón!  ¡Ponle corazón a la Patria, a la Revolución, al Socialismo!

¡Venceremos! (Exclamaciones de: “¡Venceremos, venceremos, venceremos!” “¡Juntos podemos, juntos podemos!”)

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“Nadie podrá arrebatarnos la tranquilidad”: Las historias que deja el odio y la violencia pagada
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Reynaldo Rosado Roselló

Reinaldo se levantó temprano el domingo, para él hace muchos meses que no hay descanso los fines de semana. Además de ser profesor de programación de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), es también encargado de apoyar la logística del lugar convertido en centro de aislamiento con más de 1 200 camas activas para pacientes positivos a la covid-19.

El profe Reinaldo Rosado Roselló estaba 11 de julio en la UCI.  Aseguraba el traslado de nuevos ingresos y, al tiempo, conversaba con el personal médico y los jóvenes voluntarios que cuidan a unos 1 000 pacientes positivos, que se encuentran en la universidad.

Cerca del mediodía fue a su hogar a almorzar y justo cuando se cambiaba la ropa para trabajar en el patio de la casa, vio en redes sociales lo que ocurría en San Antonio de los Baños. “Regresé a la UCI para custodiar los recursos que tenemos en el centro y allí me encontré con otros trabajadores. Primero, enfrentamos a un grupo de personas que se manifestaban violentamente en la zona de Punta Brava, nos agredían verbalmente y tiraban piedras, pero allí la situación se logró controlar”.

Luego se enteraron que en el municipio de Diez de Octubre también había disturbios y la situación estaba más complicada. A sus 36 años, Reinaldo no había vivido una situación similar “nunca pensé que en Cuba fuéramos a llegar a lo que se vivió ese día. Muchos compañeros recibieron golpes en los pies, las costillas, en la cara... A una profesora de la UCI le partieron la cabeza y tuvieron  que darle cuatro puntos de sutura”.

“Ellos eran muy agresivos, nosotros no estábamos preparados para eso. Decíamos consignas revolucionarias y llevábamos banderas, pero los manifestantes nos estaban esperando, muchos de los hombres tenían en la parte trasera de los bolsillos botellas vacías y esperaron a que nos acercáramos para tirárnoslas, tenían cestos de basura llenos de piedras. En un momento, retrocedieron hasta llegar una construcción donde había montones de piedras preparadas. Fue una lluvia, hasta de los balcones nos caían”, relata el profesor.

Eso que se vivió en Diez de Octubre –indicó-era delincuencia y vandalismo “uno puede pensar diferente y expresar sus criterios, pero de una forma pacífica sin llegar a tanta violencia”. Asimismo, relató que “la mayoría eran hombres, sin camisa, sin nasobuco, parecían hasta ebrios o drogados. En cambio, nosotros éramos un grupo de profesores, la mayoría mujeres, junto a algunos estudiantes”.  Tuvimos que defendernos –confiesa- “las piedras que nos tiraban se las devolvíamos”.

Reinaldo no recuerda los detalles del momento en que lo hirieron “ todo fue muy rápido, estaba esquivando las piedras, me distraje por un momento y cuando levante la vista, recibí el impacto”.

Unos compañeros  al ver que estaba soltando mucha sangre lo sacaron de allí y fue trasladado hasta el hospital Clínico de 26. Pero Reinaldo no solo fue víctima de la violencia de aquel grupo de personas, sino también de la manipulación, muy de moda en este tiempo.

“Cuando a mí me sacan, me montan en un patrulla de policía para trasladarme hasta el hospital. Tenía las manos en la cara y todo el nasobuco y la ropa llenas de sangre. Un grupo de los manifestantes al ver que estaba siendo montado en el carro comenzó a aplaudir”. En aquella confusión, el profe no sabía porque estaban aplaudiendo, pero escuchó como le comienzan a gritar a la patrulla que son unos asesinos. Para ellos, Reinaldo estaba en contra de la Revolución y se lo llevaban preso, porque lo estaban reprimiendo.

“La policía lo único que hizo fue socorrerme, igual que a muchos otros manifestantes que fueron llevados al mismo hospital que yo. Los tenía al lado mío y todos fuimos atendidos en las mismas condiciones”, señaló

A pesar de las molestias que tiene en el ojo, nuestro entrevistado no ha perdido el sentido del humor y nos dice entre sonrisas “no me extraña que dentro de poco haya una foto mía circulando por la redes, diciendo que había sido reprimido por la policía y que era contrarrevolucionario”.

Le dieron tres puntos, dos en el parte superior del ojo derecho y uno en la inferior. El maxilofacial le dijo que producto del golpe tiene una fisura en el pómulo, por lo que debe guardar reposo para que no se desplace, pues podría tener consecuencias. Según el doctor “la suerte” fue que era una piedra grande, pues si llega a tener menor tamaño hubiera penetrado en el ojo.

“Mi esposa se asustó mucho cuando la llamé para decirle lo que había pasado, sobre todo por lo peligrosas que son la lesiones en esa zona. Mi niña de nueve años se puso a llorar cuando me vio llegar vendado y con el nasobuco y la camisa llenos de sangre”.

Reinaldo dice que “esto no es pelea para gallo fino”, recordando un refrán que le decía su padre cuando niño. Él se está recuperando en casa, cumpliendo con disciplina lo ordenado por el médico, pero listo para la pelea. “Es más mañana voy para la UCI, no puedo hacer fuerza, pero puedo ser útil en muchas otras cosas”, aseguró.

Muchas personas lo han llamado para preocuparse por él y más de un vecino pasó a saludarlo en el tiempo que sostuvimos la conversación, pero este profesor de programación siente que no se merece ningún reconocimiento “no creo que haya que hacer ningún artículo periodístico sobre mí, era uno más cómo tantos otros que solo fuimos a defender el país y la Revolución”.

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Reynaldo Rosado Roselló
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Reynaldo Rosado Roselló

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En la UCI los revolucionarios defendemos las calles de Cuba
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En la plaza Martiana de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la comunidad universitaria se dio cita esta tarde, para rechazar de forma enérgica las cobardes agresiones de los enemigos de la Revolución que tienen como objetivo generar el caos social.

Con la convicción de que las calles de Cuba y las de esta ciudad universitaria la defenderemos los revolucionarios, los profesores y trabajadores reunidos ante el busto de José Martí, manifestaron su decisión de defender la Revolución Cubana al precio de la vida si fuera necesario.

El joven David Alonso Díaz, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria en esta casa de altos estudios afirmó que «ese grupo de malintencionados han tratado de escudarse en problemas que acucian al país para intentar destruir nuestro sistema político y social, siguiendo órdenes y bajo el guion de la mafia de Miami y el manual de la guerra no convencional del gobierno de los Estados Unidos. ¿Tenemos problemas? Sí, como cualquier país en el mundo. Pero jamás renunciaremos por estos a la construcción de nuestro proceso revolucionario y socialista

«Sirva esta tribuna para declarar el apoyo a nuestro gobierno y al maravilloso proceso iniciado el 1ro de enero de 1959. Sirva esta tribuna para declarar que jamás renunciaremos a nuestras ideas de independencia, soberanía, igualdad y justicia social.»

«La Federación Estudiantil Universitaria, apoya y reconoce el liderazgo del Partido, del gobierno revolucionario y de la Juventud Comunista, como única forma de mantener y aumentar nuestros logros como sociedad y como nación.»

«Hoy más que nunca rememoremos las palabras del Titán de Bronce: “quien intente adueñarse de cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, sino perece en la lucha”

Por su parte, el profesor Pedro Luis Basulto Ramírez, apoyándose en elementos históricos y en las palabras del líder de la Revolución cubana Fidel Castro, durante La Historia me Absolverá, se refirió al origen humilde de los revolucionarios, a las conquistas que la Revolución puso en manos del pueblo y, por último, citó palabras del líder estudiantil y antimperialista Julio Antonio Mella, medulares en este minuto decisivo: «La hora es de lucha, de lucha ardorosa; quien no tome las armas y se lance al combate pretextando pequeños desprecios, puede calificarse de traidor o cobarde. Mañana se podrá discutir, hoy solo es honrado luchar.»

Seguidamente la profesora Dunia Colomé Cedeño también dejó clara la posición de esta comunidad universitaria al afirmar: «¡Patria o Muerte! es la consigna que nos guía y no porque seamos suicidas o algo parecido, queremos vivir, claro que queremos vivir, pero estamos dispuestos a dar nuestra vida por la Patria. Aquí no hay miedo. ¡Patria o Muerte!»

En el acto de reafirmación revolucionaria estuvieron presentes representantes del Partido y el Gobierno en La Lisa y la capital, además de miembros del Consejo Universitario, encabezados por el rector Raydel Montesino Perurena.

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Profesores, trabajadores y estudiantes reunidos ante el busto de José Martí

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Declaración del Ministerio de Educación Superior y su red de instituciones en apoyo al Gobierno Revolucionario Cubano
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Ministerio de Educación Superior

La comunidad universitaria del Ministerio de Educación Superior, como parte del pueblo, apoya resueltamente la posición del Gobierno Revolucionario ante los intentos de desestabilización del país para provocar un estallido social, promovidos por los enemigos de la Revolución. Rechazamos enérgicamente el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, que se incrementa en medio de la severa crisis económica global agudizada por la pandemia de la COVID-19.

El sistema de la Educación Superior cubana ha sido afectado considerablemente como consecuencia de la genocida política del bloqueo. Los principales impactos se centran en las dificultades para el acceso tecnológico y equipamiento para la docencia e investigación científica, los ingresos dejados de percibir por servicios, la retribución adecuada por los resultados, la adquisición de insumos, medios e instrumentos entre otras vinculadas al desarrollo de nuestras universidades y centros de investigación.

La Educación Superior Cubana está en pie de lucha en defensa de la Patria, la Revolución y el Socialismo. El país cuenta con una red de universidades y entidades de ciencia e innovación tecnológica, que apoyan el proyecto social cubano y participan activamente en la construcción del socialismo próspero y sostenible.

Reafirmamos nuestro compromiso en la formación de profesionales integrales, con profundo sentido humanista, competentes, cultos y defensores de la Patria. Para ello cuenta con un claustro revolucionario y de excelencia, con trabajadores consagrados y competentes, y con estudiantes que están hoy en la primera línea de las tareas de impacto sociales y económicas que demanda la nación cubana.

Son miles de profesores, trabajadores y estudiantes que se mantiene desarrollando múltiples tareas a lo largo y ancho del país en medio de la compleja situación epidemiológica: voluntarios en los Centros de Aislamiento, logística y registro en los centros de vacunación, pesquisa activa epidemiológica, producción de alimentos, modelación de la situación epidemiológica en los territorios, digitalización de los procesos de PCR y vacunación, donaciones de sangre, entre otras importantes actividades.

Apoyamos resueltamente el llamado del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a defender nuestras calles, la independencia, la soberanía y el proyecto socialista de emancipación. Seguiremos comprometidos con el ideario del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y en mantener vivo su ejemplo cuando nos señaló:

“La tarea más importante de todos nosotros es preparar el porvenir; nosotros somos, en esta hora de la patria, el puñado de semillas que se siembra en el surco de la Revolución para hacer el porvenir”.

¡Vivan Fidel y Raúl!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

 

Ministerio de Educación Superior, La Habana, 12 de julio de 2021.