Todos estábamos conscientes de que este momento iba a llegar, pero a pesar de esto pensábamos que no iba a suceder nunca, no queríamos ser testigos de este inmenso dolor.

Y fue un hecho la realidad nos golpeó a todos, pero sabemos que nuestro Comandante en Jefe, nuestro gigante de verde olivo, el pionero mayor, el eterno joven universitario no podía morir, porque seguiría viviendo en el corazón de todos los cubanos, de todos nosotros que somos fruto de sus ideas. Seguiría viviendo en la Historia de Cuba, en la Historia Latinoamericana, en la Historia del Mundo. Porque no podía morir el hombre que llevó una Revolución al triunfo en las narices de los propios imperialistas.

Ahora nos toca a nosotros, a la facultad más joven del proyecto futuro, como a todos los jóvenes revolucionarios, continuar con su legado y ser fiel a sus ideas y a su ejemplo.

En estos momentos las palabras no pueden expresar todo lo que siento por lo que con esta frase del inmortal Fidel concluyo: “Mientras haya un revolucionario en este país —y son muchos—, mientras estén saliendo revolucionarios de las escuelas con el nivel de preparación y de conciencia que tienen, no importa lo que ofrezcan, no importa que a algunos pocos los puedan confundir. ¡Mientras haya un revolucionario no habrá transición del socialismo al capitalismo en Cuba!”

¡Viva Fidel!

¡Hasta la Victoria, Siempre!

¡Patria o Muerte, Venceremos!

*El autor es estudiante de la Facultad Introductoria de las Ciencias Informáticas

Fidel: La historia te absolvió con creces. Hoy más que nunca los jóvenes nos empinaremos y seguiremos adelante con esta revolución socialista. No te defraudaremos. Gracias Comandante, eres la luz que nos ilumina, nuestra UCI siempre te tendrá presente. Hoy los cubanos amanecimos con el alma hecha pedazos.

Nunca tuve la satisfacción de estrechar tu mano, ni tener el privilegio de sentir tu beso en la mejilla, pero tengo el inmenso orgullo de estudiar en la UCI, la universidad que tú creaste. Me siento orgullosa de decir que soy cubana y que hoy gracias a ti soy una joven universitaria con el poder de transformar el futuro. Descansa tranquilo, somos un pueblo unido y comprometido con tus ideales, eso nos hace invencibles. Venceremos todas las batallas por venir. Tú le cumpliste a Martí, nosotros cumpliremos con ambos.

Gracias por ser ejemplo de sacrificio, modestia, desinterés, altruismo, y heroísmo.

Gracias por poner en alto el nombre de Cuba en todos los espacios internacionales.

Gracias por demostrarnos que David puede enfrentar al más terrible Goliat cuando existe la convicción profunda de defender la verdad y las ideas a cualquier precio.

Lucharemos siempre sobre la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo, y nuestro internacionalismo.

Sepa usted Comandante en Jefe de la República de Cuba que aquí no se rinde nadie ni se rendirá nadie jamás y desde donde estés en nombre de la FEU de la Facultad 1 Te decimos: ¡Hasta siempre Comandante!

*La autora es estudiante y Presidenta de la FEU en la Facultad 1

Fidel, eres faro y guía del ayer, el hoy, el mañana. No voy hablar en pasado porque tú estás ahí. Tu estirpe de titán, gallardía y valentía se multiplica en cada cubano, en cada latinoamericano que defiende las conquistas de su pueblo.

Te fuiste físicamente, pero estás ahí en el campo de batalla junto al Che, Celia, Vilma, y otros que forjaron con su ejemplo la Revolución. ¡Sube, sube bien alto Fidel! Ocupa tu lugar allí junto a las estrellas para que alumbres desde arriba tu pueblo entero, para que se multiplique el brillo de la estrella solitaria y así cuando estemos saludando nuestra bandera, estaremos saludando a nuestro gigante.

¡Gracias a ti Fidel!

Confíe en nosotros Comandante, no dejaremos caer tus ideas, nuestras ideas, las que ponen bien en alto el nombre de Cuba.

¡Vivirás por Siempre Comandante en nuestros corazones!

¡Hasta la victoria siempre!

*Técnico B en Atención al Becario. Residencia 1. Facultad 3

Un 25 de noviembre saliste de México para hacer historia; 82 héroes cruzaron el mar para liberar a Cuba, para iniciar la Revolución; solo 12 llegaron a ver la gran victoria. Gracias a ti nos convertimos en un país libre, un país donde las personas valían todas por igual, sin importar su credo, raza o posición económica.

Nos enseñaste a no doblegarnos ante nadie, a defender nuestros principios y a defender los logros de nuestra Revolución. Y ahora 60 años después, otro 25 de noviembre, este con profundo dolor y palabras entre cortadas tenemos que decirte ¡Adiós papá Fidel, adiós Comandante en Jefe, adiós…! Pero la muerte no es el fin, mientras un hombre es recordado nunca morirá, un hombre solo muere cuando es olvidado, y tú nunca serás olvidado, el mundo entero te recordará; y las nuevas generaciones que no tendrán el privilegio de nacer en una Patria guiada por tu luz, aprenderán a quererte al conocer todo lo que hiciste y así te recordarán como el hombre más grande de la historia y vivirás por toda la eternidad.

Los que piensan que Fidel murió con él, a lo que más temen, en realidad cobrará mayor vida a partir de ahora: su obra, su ejemplo y sus ideas. Aunque no les guste, YA ES UN HECHO que burló a la muerte. Eso no lo podrán evitar -como dijera Amaury alguna vez- “ni perros, ni cometas, ni suicidas”.

Y nadie mejor que Martí para entenderlo:

“Cuando se muere en brazos de la patria agradecida La muerte acaba, la prisión se rompe. Empieza al fin con el morir, la vida.”

Tu cuerpo nos abandona, pero tu espíritu esta con todos los cubanos, tu alma esta en cada escuela, en cada hospital, en cada edificio, en cada calle, en cada esquina. Sigues y seguirás vivo en nuestros corazones.

¡Desde la altura la historia te espera! Acá estaremos nosotros, entre lágrimas pero firmes, diciendo como siempre “Pa’ lo que sea #Fidel, pa’ lo que sea”… Ahora a mirar el futuro con los ojos de Fidel, para seguir construyendo la Revolución y el socialismo. Ahora nos queda ser mejores profesores, mejores estudiantes y mejores revolucionarios. Hasta la victoria siempre Comandante, Hasta la Victoria Siempre Padre.

*Profesora Facultad 1. Secretaria de la UJC.

Esta histórica plaza fue el lugar escogido para la despedida de miles de corazones de pueblo y amigos de todas partes del mun­do.

Junto al pueblo, estuvieron presentes el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Mi­nistros, hermano de sangre y convicciones; miembros del Buró Político; del Secretariado del Comité Central del Partido; de los Consejos de Es­tado y de Ministros; las FAR; el Mi­nint, las organizaciones políticas y de masas, dignatarios y personalidades de todas las regiones del mundo.

Raúl, hermano de sangre e ideas, se dirigió a todo el pueblo y líderes políticos internacionales que lo acompañaban, y conmovido expresó:

“Querido Fidel: Junto al monumento de José Martí, Héroe Nacional y autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada, donde nos hemos reunido durante más de medio siglo, en momentos de extraordinario dolor o para honrar a nuestros mártires, proclamar nuestros ideales, reverenciar nuestros símbolos y consultar al pueblo trascendentales decisiones, precisamente aquí, donde conmemoramos nuestras victorias, te decimos, junto a nuestro abnegado, combativo, y heroico pueblo: ¡Hasta la Victoria Siempre!”

El compromiso de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) con el presente y el futuro de la Patria quedaron reafirmado este miércoles cuando los integrantes de este centro de educación superior honraron el paso de las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en su recorrido hacia la provincia de Santiago de Cuba.

Desde el capitalino municipio Cotorro, los representantes de nuestra institución acompañaron el paso de la caravana que recorrerá varias provincias del país como expresión de la voluntad de dar continuidad a las ideas de nuestro Comandante en Jefe y nuestro socialismo.

Carteles, banderas y consignas patrióticas sirvieron de complemento a este momento en el que la cohesión de la representación de la UCI reafirmó el compromiso de los trabajadores de la institución con la Revolución Cubana.

Lo vivido esta jornada resultó una elocuente expresión del profundo sentido patriótico de nuestra comunidad, como fieles continuadores del legado histórico de nuestra nación.