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El PRC: un Partido necesario

Oneida Goergina Benítez Menéndez y Aida Elena Rodríguez Reiner |
10 de Abril de 2012 / 9:00 am

“Constituía una necesidad lograr la superación de las principales causas que mantenían desunidos a los patriotas. Era impostergable la creación de un espacio político en el que se juntaran cuantos estuvieran dispuestos a la acción revolucionaria, sin limitación alguna por el color de la piel, el sexo, la nacionalidad, la posición social, el grado de desarrollo de sus criterios sobre el ordenamiento social, la ubicación dentro o fuera de la patria, la participación o no en las anteriores contiendas.

“A la vez, debían transformarse los métodos de dirección y superar las contradicciones principales entre: militares y civiles, cubanos radicados en la Isla y en el exilio, patriotas veteranos y de la nueva generación, ricos y pobres, patronos y obreros, habitantes de las provincias occidentales y orientales, cubanos y españoles, negros y blancos. También se crearían las condiciones para la confluencia de las ideas que dirigirían la acción”.

Fue entonces que, el 10 de abril de 1892, se constituyó oficialmente  el Partido Revolucionario Cubano (PRC). Entre los objetivos fundamentales estaban organizar y dirigir, desde el punto de vista político, la Guerra de Independencia o Guerra Necesaria, como la denominó José Martí.

Antes de la constitución oficial del Partido, Martí se refería en el periódico Patria, órgano del PRC, a las características y la significación que debía tener la organización que ya se gestaba.

El 8 de abril de 1892, el Consejo de Presidentes y Delegados de Club, con José Dolores Poyo al frente, confirmó la designación de Martí como Delegado, y de Benjamín Guerra como tesorero del PRC.

Después del 19 de mayo de 1895, día en que muere nuestro Héroe Nacional, el Partido quedó sin Delegado,  y no fue hasta el 10 de julio  del propio año y  por votación unánime de todos los clubes que se elige  nada más y nada menos que a Tomás Estrada Palma (1), como delegado del Partido Revolucionario Cubano.

Bajo la dirección de Estrada Palma, el PRC “comienza a perder su carácter democrático, en gran parte debido a los métodos autoritarios” de su Delegado. El Partido fundado por Martí comienza a convertirse  en una organización netamente “recaudadora de fondos para la guerra, en la cual no se discutían las perspectivas futuras, una vez concluida la guerra de liberación”.

“Solo unos pocos, entre los sectores más avanzados de la emigración, habían luchado por divulgar y mantener vivo el ideal martiano de la República democrática y comprendían que para alcanzarlo era necesaria una organización revolucionaria que aglutinara las fuerzas y orientara la acción”.

Terminada la Guerra Necesaria (finales de 1898), se disuelve el Partido Revolucionario Cubano. En ningún momento se hizo alución a la independencia de la Isla. Por su parte, el periódico Patria sacó su último ejemplar el 31 de diciembre del propio año. Se despidió con una nota titulada “Obra terminada”. La obra de Martí no estaba terminada. El siglo XX lo evidenció. Su pensamiento independentista, antiimperialista y de libertad estaban por cumplirse.

“El Partido Revolucionario Cubano y Patria habían llegado a su fin, no solo como resultado (...) de la voluntad de un hombre o de la totalidad de los miembros de la Delegación, sino también como consecuencia del largo proceso iniciado desde el ascenso de Estrada Palma al cargo de Delegado, quien se caracterizó por la aplicación de métodos de dirección unipersonales, autoritarios y antidemocráticos”.

(1) Presidente de la República de Cuba de 1902 a 1906. Participó en la fundación del Partido Revolucionario Cubano. Fue electo presidente en las primeras elecciones celebradas en la República. Gobernó con absoluto servilismo hacia los intereses norteamericanos.